Empecemos por lo más básico: poder tener acceso a una vivienda es uno de los derechos más fundamentales. No tener techo o tenerlo en condiciones inestables impacta en nuestra salud mental, en nuestra calidad laboral y en nuestro arraigo. Cabe recordar que las consecuencias en familias con niños o personas dependientes son mucho más preocupantes. Parece obvio, pero en los tiempos que corren, es necesario recordarlo.

El mercado del alquiler se encuentra cada vez más tensionado. En l’Hospitalet, solo en los últimos tres años, el precio se ha incrementado hasta un 21%. Son múltiples los factores que han influido en este aumento, pero hay uno muy particular que nos preocupa especialmente. Y es el auge de los pisos turísticos.

Nuestra ciudad se encuentra en una posición privilegiada; a medio camino entre la capital y el aeropuerto, cerca de la playa y bien comunicada en transporte público. ¡Y más económica que Barcelona!  Es una oportunidad tanto para las personas que vienen a visitar Barcelona, como para aquellas que hacen del turismo un negocio.

Y es que el turismo es un gran negocio, que puede traernos grandes beneficios si se gestiona bien, y si se ponen límites. Pero no a costa de la expulsión de los vecinos y vecinas de nuestras ciudades. La presión de los pisos turísticos no es nueva, nosotras llevamos tiempo denunciándolo, pero quedó fuera de la Ley de Vivienda.

Las problemáticas relacionadas con los alquileres de temporada como son la falta de oferta, el aumento del precio, la expulsión de las vecinas, más personas durmiendo en la calle e incluso, como hemos vuelto a ver recientemente, el suicidio, vuelven a repuntar. Por ello, finalmente el gobierno de coalición trató de regular, hace unos días, los alquileres de temporada. Junts se ha aliado con el PP y con Vox para que esto no suceda. Y eso que hasta la patronal del turismo reconocía por primera vez que hay que actuar.

Esperamos que este sea un compromiso firme, y que todas las instituciones y agentes se impliquen. Porque el acceso a la vivienda es una asignatura pendiente que llevamos demasiado tiempo postergando. Ahora es tiempo de actuar. Tiempo de dar seguridad, certezas y confianza en el futuro a la gente.

 

Laura Alzamora, regidora.